Génesis 12:1-5
1. Pero el Señor le había dicho a Abram: Vete de tu tierra y de tu parentela, y de la casa de tu padre, a la tierra que te mostraré.
2. Y haré de ti una nación grande, y te bendeciré, y engrandeceré tu nombre, y serás bendición.
3. Bendeciré a los que te bendijeren, y a los que te maldijeren maldeciré; y serán benditas en ti todas las familias de la tierra.
4. Y se fue Abram, como Jehová le dijo; y Lot fue con él. Y era Abram de edad de setenta y cinco años cuando salió de Harán.
5. Tomó, pues, Abram a Sarai su mujer, y a Lot hijo de su hermano, y todos sus bienes que habían ganado y las personas que habían adquirido en Harán, y salieron para ir a tierra de Canaán; y a tierra de Canaán llegaron.
Sabemos que muchas veces para alcanzar la bendición, hay que moverse, cambiar de territorio. Mudarnos de escenario es una necesidad para llegar el estado para nuestras vidas que Dios desea.
Tierra y parentela es cultura, estructura, familiaridad y dominio espiritual.
La casa del padre es donde nos sentimos seguros y sabemos que nada nos faltará, porque aún un Padre malo, nunca dejará que un hijo tenga hambre, Jesús habló de esto y dijo que “ustedes siendo hombres saben darle buenas cosas a sus hijos…”
La tierra como elemento no era el problema, sino el gobierno espiritual que había en esa tierra, es necesario que nos mudemos de ciertos territorios para que el día de mañana podamos gobernarlos.
¿Hay alguna tierra que tienes que abandonar hoy para que mañana puedas gobernarla con sabiduría mañana?
Abraham fue obediente, hasta cierto punto…
Aunque nos cueste admitirlo, Abraham se equivocó llevando a Lot.
La palabra era dejar tierra y parentela. Pero vemos que se llevó un pariente… el hijo de su hermano.
Puede parecer muy noble y muy paternal con lo que hizo con Lot, quizás él lo amaba, era huérfano o quería rescatarlo también del ambiente en el que vivían.
Esto a Abraham luego le trajo consecuencias. En el futuro un Lot te trae conflictos, hay cosas que las sostenemos por ser buenos o por cariño pero que mañana se quedarán con territorios que son nuestros.
Un Lot quizás sea una persona pero también puede ser un asunto, un negocio, una idea, algo que nos está robando tierra, que me separa del cumplimiento total de mi propósito.
Un Lot divide tus tierras.
Quizás Lot no sea el malo, pero lo que rodea a Lot es lo malo que a ti no te conviene.
Hay que romper las relaciones con Lot, porque él no duda de quedarse con lo mejor de ti. Cuando tuvieron que dividir territorios, Lot se quedó con lo mejor. La promesa sobre Abraham era tan fuerte que igual fue prosperado y bendecido y se llevó a cabo, pero lo cierto es que hubo algo que perdió.
Hay relaciones que para ti pueden ser valiosas pero para Dios no significan nada Una buena pregunta es: ¿con todas las cosas que te estás relacionando van de acuerdo a el propósito y a la voluntad de Dios para tu vida?
Abandonar a Lot, puede sonar duro y quizás uno piense que esto puede ser descorazonado, pero hay que cosas o personas que ya no te convienen, se pueden quedar con tu mejor territorio... Tu propósito.
Lot no pensó en Abraham y todo lo que él hizo cuando tuvo que elegir con que tierra quería quedarse. Así es Lot, mezquino, no honra. Abandona inmediatamente cualquier cosa que en tu vida sea un Lot mezquino y que quiera robarte.
Adelante!!!
0 comentarios:
Publicar un comentario